Los juegos con Nelson (así se llama el cachorro) son completamente divertidos, lo sé por las carcajadas de ella y lo feliz que se le ve a él. Tenemos poco tiempo conviviendo con el cachorro pero no me cabe la menor duda que se han acoplado muy bien, a mi hija le encanta sentarse en el piso y grita con los brazos abiertos NEEEEELSOOOOOON cuando el perrito corre apresurado con ella.
Yo no tuve mascotas en mi infancia, mi convivencia con los animalitos ha sido poca pero analizando, me doy cuenta que en este caso Nelson es el mejor amigo de mi hija, lo busca, lo cuida, lo alimenta, también le da cariño y muchos momentos de diversión. Cada mañana, cuando bajamos a desayunar y con el tiempo justo para salir hacia la escuela un grito emocionado de "Hola Nelson" y ese agitar de colita que el perrito le brinda a mi pequeña con tanto cariño habla mas que mil palabras. Dicen que los humanos nos sensibilizamos cuando amamos a las mascotas y eso quiero inculcar en mi hija, el respeto y el cariño hacia los demás seres vivos.
Y ¿a que juegan? carreritas, a perseguir algún objeto, a rascarle la panza o a que él le haga cosquillas a mi hija. De repente "bailan" frente a la tele o Nelson se esconde y mi hija lo busca... los juegos son variados y hasta raros pero el resultado siempre es el mismo: una niña feliz y un perro feliz.
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